Día Mundial de la Energía: El uso de hidrógeno con fuentes renovables. El 14 de febrero se celebra el Día Mundial de la Energía, una fecha que apoya el uso sostenible de la energía y que busca recordar a la sociedad que el acceso universal a la energía es todavía un reto.
Además, según Naciones Unidas (UN), “más de 1.200 millones de personas —una de cada cinco personas de la población mundial— viven sin electricidad. La mayoría se concentra en una docena de países de África y Asia”.
“Otros 2.800 millones de personas dependen de la leña, el carbón vegetal, el estiércol y la hulla para cocinar y calentarse, lo que provoca más de 4 millones de muertes prematuras al año por contaminación del aire en locales cerrados”, resalta la UN.
Está claro que las dos razones mencionadas anteriormente son suficientes para sumarse al reto que indica la UN y que manifiesta que el mundo debe “triplicar su inversión anual en infraestructuras de energía sostenible y pasar de los 400.000 millones de dólares actuales a 1,25 billones de dólares en 2030”.
Cabe destacar que la Fundación Hidrógeno Aragón juega en el mismo equipo que la UN, en vista de que la misión de apoyar el desarrollo de proyectos estratégicos a corto, medio y largo plazo en el ámbito de las tecnologías de hidrógeno y pilas de combustible es fundamental para lograr el Objetivo 7 de los ODS: Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna
El futuro de la energía con hidrógeno verde
¿Qué es el hidrógeno verde?
-“Es un combustible cero emisiones que producimos a partir de agua y fuentes renovables, como la fotovoltaica o eólica. Utilizamos el de electrólisis para descomponer el agua en hidrógeno y oxígeno, ese hidrógeno puede ser un combustible que ayuda a descarbonizar las actividades productivas”, así lo define Fernando Palacín, director gerente de la Fundación Hidrógeno Aragón.
Desde el 2003 Aragón investiga el uso del hidrógeno como vector energético y la Fundación es referente en este tema. La eficiencia energética y la movilidad sostenible son dos de las ofertas tecnológicas que destaca la Fundación y que favorecen la reducción de consumos y contaminantes.
Además, el uso de hidrógeno como método de almacenamiento y distribución de energía a partir de fuentes renovables, se ha postulado como un método óptimo para el manejo de grandes cantidades de energía y potencia.
Por lo tanto, dentro de los compromisos climáticos de la Fundación, la transición energética es primordial para colaborar en la consecución del Objetivo 7 y acelerar el acceso a la electricidad y el cambio por una energía más sostenible.