La ciencia del hidrógeno tiene rostro aragonés, y esta vez se llama Lidia Martínez.
Mientras el mundo sigue debatiendo sobre el futuro energético entre cafés y discursos políticos, hay quienes se remangan y se van directos al laboratorio. Es el caso de la Fundación Hidrógeno Aragón (FHa), que acaba de regresar del quinto Congreso Internacional de Electrólisis (ICE) la cabeza rebosante de ideas.
El poster que hizo ruido (científico)
Lidia Martínez, coordinadora de proyectos de I+D de FHa, llevó el trabajo del proyecto ENDURE, esa iniciativa que es pura ingeniería aplicada. Su poster sobre protocolos de ensayo para tecnologías de electrólisis alcalina generó esas conversaciones que solo se dan cuando juntas a investigadores con ganas de cambiar el mundo.
«He tenido la oportunidad de participar en la quinta edición del Congreso Internacional de Electrólisis», explica Martínez con esa mezcla de profesionalidad y entusiasmo que caracteriza a quienes realmente aman lo que hacen. «Un evento que ha reunido durante una semana a doctorandos, investigadores y profesionales del sector para compartir los últimos avances en tecnologías de electrólisis.»
Más que protocolos: validando el futuro
Lo interesante no es solo que FHa esté desarrollando protocolos (que también), sino que estos van a ser validados próximamente en sus propias instalaciones. Es decir, no estamos hablando de teoría pura, sino de ciencia que se puede tocar, medir y, sobre todo, aplicar.
El proyecto ENDURE representa esa nueva generación de iniciativas donde la investigación tiene pies y cabeza: se basa en conocimiento sólido, pero apunta a soluciones reales. Los protocolos de ensayo que han desarrollado en el departamento de I+D no son documentos para engrosar bibliotecas, sino herramientas para que la electrólisis alcalina deje de ser una promesa y se convierta en una realidad industrial.
El valor del intercambio (y no hablamos de divisas)
«Ha sido una experiencia muy enriquecedora, tanto por el intercambio técnico como por la oportunidad de conectar con otros profesionales del sector», confiesa Martínez. Y es que en estos congresos pasa algo curioso: la ciencia se vuelve conversación, los papers cobran vida en debates de pasillo, y las colaboraciones futuras nacen alrededor de un café.
La presencia aragonesa en eventos internacionales como el ICE no es casualidad. Es la demostración de que el ecosistema del hidrógeno en Aragón no se limita a hacer ruido mediático, sino que genera conocimiento, lo valida y lo comparte con la comunidad científica global.
El hidrógeno verde tiene acento aragonés
Mientras otros hablan del hidrógeno como la energía del futuro, en FHa ya están trabajando en los protocolos que harán posible ese futuro. La participación de Lidia Martínez en el ICE 2025 es una pequeña muestra de algo más grande: Aragón no está esperando a que llegue la revolución del hidrógeno verde. La está construyendo, protocolo a protocolo, ensayo a ensayo.
Porque al final, el cambio energético no lo van a liderar los que más gritan, sino los que mejor investigan. Y en eso, parece que vamos por buen camino.
La Fundación Hidrógeno Aragón continúa posicionándose como referente en el desarrollo de tecnologías de hidrógeno verde, demostrando que la innovación aragonesa tiene mucho que decir en el escenario energético europeo.