Aragón aporta su experiencia en hidrogeneras en una sala del Instituto Tecnológico de Aragón, donde el hidrógeno dejó de ser futuro para convertirse en presente, se celebró una jornada que reunió a los principales actores del despliegue de hidrogeneras en España. Allí, entre modelos de negocio, presiones de repostaje y estrategias de movilidad, la Fundación Hidrógeno Aragón compartió su experiencia en una mesa redonda que, según quienes la vivieron, fue “única”.
Moderada por Zoilo Ríos, presidente de CEEES, la mesa abordó las lecciones aprendidas por las estaciones que ya ofrecen servicio público. Pedro Casero, responsable del Área Técnica de la Fundación, tomó la palabra para hablar de lo que se ha construido —y lo que está por venir— en Walqa.
Desde 2011, la Fundación opera una estación de repostaje de hidrógeno (HRS) que suministra a 350 bar sin enfriamiento. Una instalación pionera que ha servido para probar, validar y formar. Pero el tiempo avanza, y con él, la tecnología. Gracias a los Planes Complementarios, se está actualizando la estación para alcanzar los 700 bar con enfriamiento, lo que permitirá llenar el depósito de un coche comercial en menos de cinco minutos, ofreciendo una autonomía superior a 600 km.
“Tenemos dos generaciones de estaciones separadas por 15 años de evolución tecnológica”, explicó Casero. “Eso nos permite evaluar comportamiento, prestaciones y ofrecer conocimiento e infraestructuras a empresas y entidades interesadas en movilidad con hidrógeno”.
La mesa redonda reunió a promotores de hidrogeneras para vehículos ligeros y pesados, con modelos de negocio diversos y estrategias que van desde el presente más inmediato hasta el futuro más ambicioso. Fue, como se dijo al cerrar la jornada, una fotografía del momento que vive el hidrógeno en España: plural, técnico, decidido.
Y Aragón, una vez más, en el centro del mapa.
