Imagina un futuro donde la energía limpia fluye por nuestras ciudades y alimenta nuestras industrias. Un futuro donde el hidrógeno verde es el protagonista. Para hacer realidad esta visión, necesitamos encontrar un hogar seguro para el hidrógeno. El almacenamiento subterráneo es ese hogar, un refugio subterráneo donde la energía renovable puede esperar hasta que la necesitemos.
El hidrógeno verde se posiciona como una pieza clave en la transición energética hacia un futuro más sostenible. Sin embargo, su integración a gran escala en el sistema energético europeo requiere de soluciones eficientes para su almacenamiento. El almacenamiento subterráneo emerge como una opción prometedora, pero enfrenta diversos desafíos regulatorios y económicos que obstaculizan su despliegue.
Este artículo explorará los principales obstáculos que impiden una mayor adopción del almacenamiento subterráneo de hidrógeno en Europa, así como las oportunidades y soluciones que pueden impulsar su desarrollo.
El potencial del almacenamiento subterráneo de hidrógeno
El almacenamiento subterráneo de hidrógeno ofrece múltiples ventajas:
- Flexibilidad: Permite almacenar grandes cantidades de hidrógeno para equilibrar la producción y la demanda de energías renovables.
- Seguridad: Las cavernas de sal y otros reservorios subterráneos han demostrado ser seguros para almacenar hidrógeno a largo plazo.
- Eficiencia: Minimiza las pérdidas de hidrógeno durante el almacenamiento y la recuperación.
- Escalabilidad: Permite construir instalaciones de almacenamiento a gran escala para satisfacer las necesidades futuras.
Desafíos regulatorios
A pesar de sus ventajas, el almacenamiento subterráneo de hidrógeno enfrenta una serie de desafíos regulatorios:
- Falta de una estrategia europea coordinada: La ausencia de una normativa específica para el almacenamiento de hidrógeno genera incertidumbre para los inversores y dificulta la planificación a largo plazo.
- Procedimientos administrativos complejos y largos: Los permisos y autorizaciones necesarios para desarrollar proyectos de almacenamiento subterráneo son engorrosos y requieren mucho tiempo.
- Objetivos poco claros: La falta de objetivos claros y detallados para el almacenamiento de hidrógeno impide una planificación adecuada y la asignación de recursos necesarios.
Desafíos económicos
Los desafíos económicos del almacenamiento subterráneo de hidrógeno incluyen:
- Elevadas inversiones iniciales: La construcción de infraestructuras de almacenamiento subterráneo requiere inversiones significativas.
- Modelos de negocio y financiación inciertos: La falta de claridad en las condiciones del mercado dificulta la definición de modelos de negocio rentables y la atracción de inversores.
- Riesgos de mercado: Los precios volátiles del hidrógeno y la incertidumbre sobre la demanda futura generan riesgos para los operadores de almacenamiento.
Casos de estudio y herramientas de evaluación
Gianluca Greco, responsable de Consultoría y Formación en Fundación Hidrógeno Aragón, destaca la participación de la Fundación en varios proyectos de almacenamiento subterráneo de hidrógeno, uno de ellos es Hyunder, proyecto coordinado por Fundación Hidrógeno Aragón y pionero en viabilidad tecno-económica de cavernas salinas para almacenamiento subterráneo de hidrógeno.
Además, dentro del proyecto Hystories, la Fundación lideró estudios regulatorios tecno-económicos de impacto social y medioambiental para distintos casos de estudio que se preveían en el marco de este proyecto y «co-lideramos la subtarea E, que hace referencia a los aspectos económicos para la integración en el mercado de negocios de depósitos de almacenamiento de hidrógeno dentro del programa de colaboración de la TCP Task42, un programa impulsado por la Agencia Internacional de la Energía.», resalta Greco.
Las herramientas desarrolladas en estos proyectos permiten simular diferentes escenarios y evaluar los costos y beneficios asociados a cada proyecto.
El almacenamiento subterráneo de hidrógeno es fundamental para la transición energética, pero su desarrollo requiere abordar una serie de desafíos regulatorios y económicos. Para acelerar su despliegue, es necesario:
- Establecer un marco regulatorio claro y estable: Definir normas y estándares claros para el almacenamiento de hidrógeno, simplificar los procedimientos administrativos y garantizar la seguridad jurídica de las inversiones.
- Incentivar la inversión: Desarrollar mecanismos de financiación atractivos para los inversores, como subvenciones, garantías de crédito y contratos a largo plazo.
- Fomentar la cooperación: Promover la colaboración entre los países europeos, las empresas y los centros de investigación para compartir conocimientos y experiencias.
- Realizar estudios de viabilidad: Evaluar de forma exhaustiva la viabilidad técnica y económica de los proyectos de almacenamiento subterráneo de hidrógeno.
La realización de proyectos piloto a pequeña escala puede ayudar a demostrar la viabilidad técnica y económica del almacenamiento subterráneo de hidrógeno y a generar confianza en esta tecnología. Asimismo, la creación de clústeres de hidrógeno que integren la producción, el almacenamiento y el consumo de hidrógeno en regiones específicas puede acelerar su desarrollo.
¿Por qué necesitamos almacenar hidrógeno?
La producción de hidrógeno a partir de fuentes renovables presenta una variabilidad inherente debido a la naturaleza intermitente de estas fuentes. El almacenamiento subterráneo de hidrógeno (AASS) emerge como una solución eficaz para abordar esta problemática. Los AASS permiten:
- Equilibrar la oferta y la demanda: Al almacenar el hidrógeno producido en momentos de baja demanda o alta generación, se garantiza un suministro estable incluso en periodos de baja producción renovable.
- Aumentar la flexibilidad del sistema: Los AASS permiten adaptar la producción de hidrógeno a las necesidades cambiantes del mercado, mejorando la eficiencia del sistema energético.
- Reducir la dependencia de los combustibles fósiles: El almacenamiento subterráneo de hidrógeno facilita la sustitución de los combustibles fósiles en sectores difíciles de electrificar, como la industria y el transporte pesado.
En conclusión, el almacenamiento subterráneo de hidrógeno tiene el potencial de desempeñar un papel crucial en la transición energética. Sin embargo, su desarrollo requiere superar una serie de desafíos regulatorios y económicos. Al adoptar las medidas adecuadas, Europa puede posicionarse a la vanguardia de esta tecnología y contribuir a la construcción de un futuro energético más sostenible.